viernes, 13 de julio de 2012

Me gritó todo lo que pensaba; me dijo que le había gafado; me dijo que le había quitado su talento; me dijo que le había vuelto loco.



Cuando le conocí solo pensé "que hombre tan gallardo".

Vivimos juntos apenas seis meses, cuando finalmente me resigne y acepte que no podía pagar el alquiler sola. En el anuncio puse "Buhardilla luminosa: se alquila habitación a cualquiera que sepa de jazz" -me llegaron más peticiones de las que jamás hubiese pensado. Pero le escogí a él: me gustaba su voz.

Nos pasábamos el día bebiendo, siempre traía whisky caro, al parecer su padre tenía una licorería.
Cuando estaba borracha le amaba, y cuando estaba sobria ni si quiera recordaba su apellido. Besaba bien, era lo único que hacía realmente bien.
Después de acostarnos, aun borracho, me sacaba fotos y bajaba corriendo a revelarlas a la tienda de la esquina.
Recuerdo que cuando me aburría bajaba yo también, para ver la cara del dependiente que había revelado los carretes.

5 comentarios:

  1. "Nos pasábamos el día bebiendo" Me traes imágenes mentales...

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  2. Me encanta, como siempre. Veo que has cambiado la imagen del blog, me gustó la cabecera.
    <3

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  3. Oh, me ha encantado, en serio, me lo guardo para releerlo algún día... el último párrafo es que es buenísimo, me hago una imagen mental buenísima... hasta me dan ganas de hacer lo mismo. -comentario hecho la mañana después de una fiesta... demasiados puntos suspensivos y una redacción bastante mala pero quédate con el contenido-

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  4. "Cuando estaba borracha le amaba, y cuando estaba sobria ni si quiera recordaba su apellido" Been there, done that.

    Genial el texto ♥

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  5. ¿Un poco más bonito, quieres? (Ah, no. Que mejor escrito no puede estar, se me olvidaba)

    Siempre entro en este blog con unas expectativas, y después resulta que no les haces justicia. ¡DAMN!

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