sábado, 26 de mayo de 2012

Algún día viviré en una gran ciudad, donde no se distingan caras y todo mi amor propio rebose en todos los estúpidos sombreros que me compré después de dejarte.
Algún día viviré en una gran ciudad, donde las miradas se pierden y el odio es efímero. Estaré fumándome tus ganas de hundirme la autoestima.
Algún día viviré en una gran ciudad, donde los edificios sobresalen con orgullo, y las desgastadas escaleras de mi casa solo servirán para hablar de buenos momentos de madrugada.
Algún día viviré en una gran ciudad, donde la gente no se disculpa al empujarte en el metro, y cada noche beberé cervezas que ya no me sabrán a ti.

¿Te lo he dicho ya? Algún día viviré en una gran ciudad.
Y tu no estarás.

domingo, 6 de mayo de 2012



Me dejaste sintiéndome fea cuando necesitaba sentirme guapa.
Me dejaste sintiéndome gorda cuando necesitaba sentirme flaca.
Me dejaste sintiéndome imbécil cuando necesitaba sentirme inteligente.
Me dejaste sintiéndome sola cuando necesitaba sentirme arropada.

Me dejaste con el corazón en un puño cuando tu tenias las tetas de otra entre los dedos.
Me dejaste cuando todos se fueron.
Te fuiste tu y se fueron ellos.

Oh, querido. Te fuiste en el peor momento.






miércoles, 2 de mayo de 2012

A ellos les da igual mi vida, les da igual lo que haga o lo que deje de hacer. Ni pierden el sueño por ello ni lo van a perder. No obstante, ellos se creen con todo el derecho del mundo de decirme como debo vivir.
Que irónicamente hipócrita.

 


Aquellos que creen que tienen la libertad de judgar los problemas de los demás son de puro papel, papel inestable y sin vida propia. Papel. Papel manchado de mierda y de palabras bonitas, borrones perfectamente simétricos, sin ápice de arte o de expresión.  

Tu quéjate de haber suspendido un examen o de la muerte de tu pez y ellos lo compararan con la dolorosa operación de páncreas del tío de su vecina, que obviamente, es muchísimo peor, por lo que debes sentirte agradecido de que habiendo gente en hospitales y sufriendo penurias ellos se hayan tomado la molestia de escuchar tus estupideces. Que gran honor.  

A mi, podéis besarme el culo. 

No necesito contaros mis penas. Hacerse una paja es mucho más productivo.

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