lunes, 23 de abril de 2012

Aprendí a respirar.
No sé en que momento se me olvido, ni en que momento me di cuenta de que había dejado de hacerlo.
Cuando aprendes a respirar todo te parece un poco mejor, los libros tienen más esencia, las canciones son mas melódicas, las caricias mas excitantes y los problemas mas pasajeros.
Respirar es como drogarse, como esnifar la realidad sin escapar de ella.
Me gusta respirar.

miércoles, 18 de abril de 2012

Los extremos son mi rutina, cuando llego a un equilibrio me siento extranjera en mi propia cabeza.

Estar bien, para mi, es estar muy bien.
Estar mal, para mi, es estar muy mal.

Y últimamente que ni fu, y que ni fa. Siento que me falta algo; me falta angustia y me falta euforia.

El sexo se ha convertido en un pasatiempo, y el cuerpo me pide más. Me pide que me quieran, me pide a Jaime. Y Jaime se ha ido.
Los días giran en torno al trabajo y las facturas, a la mierda de vida adulta de la que parece ser que ahora formo parte.
Las semanas pasan a velocidades vertiginosas, todo se mueve mientras yo me quedo quieta.
He bajado peso, no tengo apetito, no tengo ganas de nada, no hago más que trabajar y follar. Trabajar y follar. Trabajar y follar. Trabajar y follar.
Me aburro. Pienso. Me agobio. Me olvido. Me consumo.





Seguidores